Una carta a Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente, no es cualquier cosa. Es un momento de magia y de ilusión que podemos compartir con nuestros hijos y además es una oportunidad para enseñarles a nuestros hijos valores de solidaridad, generosidad y consumo responsable.
Es muy oportuno que nos sentemos con ellos y los ayudemos a reflexionar y a decidir realmente lo que más ilusión les pueden hacer, ya que si les damos un catálogo pueden llegar a ponerle una cruz de elegido a todos los juguetes que lo conforman y es muy importante que ese momento se pueda convertir en un momento de reflexión de cómo me he comportado, en qué he fallado, cómo puedo mejorar...
Existen una serie de pautas que podemos llevar a cabo:
- Decir a nuestros hijos que sólo pueden elegir tres juguetes. Es una cantidad ideal.
- A parte de juguetes, también deben pedir deseos no materiales, como que se ponga mejor la abuelita, que se terminen las guerras...
-También sería bueno que pidieran algo para los miembros de su familia.
- Es importante que sepan que no se puede tener todo.
- Debe existir un equilibrio entre lo que quieren los niños y lo que es bueno para ellos. Nosotros debemos ser el FILTRO que ellos necesitan, porque los juguetes son, al fin y al cabo unos elementos de transición para manejar la realidad y por lo tanto deben ser lo más útiles posibles.
- Los juguetes deben ser lo menos complicados posibles y ser el niño el máximo protagonista del juego y no solo un mero espectador del juego, porque así propiciaremos que el niño ejercite su creatividad, básica para su inteligencia.
Como podéis comprobar una carta a los Reyes Magos es mucho más que una lista de juguetes.
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