viernes, 17 de octubre de 2014

LOS MIEDOS EN LA PRIMERA INFANCIA

El niño pequeño aparentemente no tiene miedo a nada y va adquiriendo miedos por influencia de la educación, lo que oye a sus padres y a otros niños y por su propia imaginación. Empieza a ser preocupante cuando es obsesivo y da lugar a un estado de angustia en el niño o cuando le altera el sueño y se producen trastornos.
Independientemente de lo anterior, los niños excesivamente protegidos suelen ser más “miedosos”, ya que tienen padres que les van señalando posibles catástrofes inimaginables que hacen que los niños vean el mundo como un sitio horrible e inseguro.
A lo largo de la evolución del menor, atraviesan tres estadios:
-          Los miedos desde la propia persona, hambre, malestar, dolor, no son miedos propiamente dichos sino malestar.
-          Miedos ante objetos, animales…
-          Miedos hacia personas desconocidas
-          Miedo al ridículo
-          En torno a los 2-5 años, no diferencian lo real de lo imaginario, por lo que empiezan a temer la oscuridad, ruidos fuertes, animales…
Podemos ayudar a los niños a superar sus miedos a través de nuestra actitud. Tenemos que tener muy claro que los niños no pueden ver cualquier cosa en la televisión, y si han visto alguna escena demasiado violenta, debemos desdramatizarla, dándoles explicaciones a su nivel.
El miedo a la oscuridad se debe afrontar a través de un método progresivo.
Por último, si vemos que nuestro hijo tiene un miedo excesivo, debemos acudir a un especialista, ya que puede deberse a una fobia, y como tal, habría que tratarla.
Pero lo que sí me gustaría que tuvierais cuidado, por favor, es lo que ven los niños en la televisión. No hay filtros, no avisan y se ven imágenes muy duras y a partir de ahí los niños lo pueden llegar a pasar mal porque no las entienden. Recordad, la prioridad es cuidar a nuestros niños, no saber qué ocurre en el mundo.

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