miércoles, 12 de noviembre de 2014

LOS MORDISCOS Y LOS NIÑOS

Hoy he atendido en una escuela infantil a una madre muy preocupada porque su hijo da mordiscos y ya ha recibido quejas de otras madres de sus compañeros.
Este asunto se suele tratar incluso en las reuniones de principio de curso, debido a la relativa frecuencia con la que se puede dar, la alarma que crea entre los padres y lo mal que lo pasan las profesoras.
Existen varios motivos por los que un niño da bocados:
- La dentición está en desarrollo y morder algo les alivia el malestar que les produce.
-Tienen en torno a dos años y no tienen un vocabulario adecuado a su edad. Cuando un niño no sabe expresarse de otra manera, suelen recurrir a los bocados para dejar constancia de su frustración.
-En casa juegan a darles bocaditos. Es cierto que a nuestros niños nos entran ganas de comérnoslos y muchas madres (sobre todo) empiezan a darles besos y terminan dándoles bocados. Es lógico pensar que cuando se lo hacemos a nuestros hijos controlamos perfectamente la fuerza pero los niños no son conscientes de que nosotros estamos controlando, sólo se quedan con el acto en sí, por lo que aprenden la conducta y  la reproducen ante sus amigos incluso en un ambiente lúdico y no agresivo.
Sea de la manera que sea, como madre, entiendo perfectamente a la madre del niño al que le han dado un bocado y de la misma manera, entiendo perfectamente a la madre del niño que lo ha dado, pero tenemos que ser coherentes. Estamos tratando con niños de unos dos años, yo he escuchado en primera persona " si el niño es así de agresivo, que le pongan un bozal!!" y me ha dolido el alma, porque estaban hablando de un niño exactamente igual de pequeñito que su propio hijo. Que hoy le han dado a él el bocado pero que mañana es ese mismo niño que lo ha recibido, el que se lo va a dar a otro niño. Entonces qué, esa misma madre le pondrá un bozal al suyo o entenderá que son niños pasando una etapa evolutiva.
Por otra parte está la supuesta responsabilidad que tiene la señorita en esta situación. En líneas generales, no tienen ninguna responsabilidad. Un bocado se tarda en dar menos de un segundo y es imposible estar en una parte del aula y aún viéndolo venir, llegar a tiempo de separar a los dos niños. Cierto es que a veces se grita el nombre del niño mordedor para ver si se frena el mordisco, y a veces se consigue...y otras no!
Lo que sí es cierto es que, por mucho que nos duela como madres, debemos saber que no es un acto de agresión "per se", no existe una intencionalidad clara de hacer daño, y lo que podemos hacer es no darles nosotros bocados y si acaso ellos los dan, ponerles un dedo o dos sobre sus labios a la vez que se dice de forma firme "NO", e irnos de su lado en ese mismo momento para no atender su conducta.
De todas formas, y para terminar, explicaros lo que yo digo siempre, " a mi no me preocupa que un niño de unos dos años dé bocados, lo considero algo normal, lo que sí me preocuparía y mucho, es que un adulto lo dé con la intención que le ponía la madre que dijo lo del bozal....eso...sería para estudiarlo...

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