martes, 4 de noviembre de 2014

NIÑOS ACOSADOS. BULLYING.

Hoy me he levantado leyendo una noticia que me ha impresionado. Un niño que ha pasado recibiendo acoso de sus compañeros durante 10 años. Os dejo el enlace de la noticia para que podais entenderme.
Realmente me llama muchísimo la atención cómo, según esta noticia, se han desarrollado los acontecimientos. Un niño que cada día llega con magulladuras, incluidas sus partes íntimas, como madre, no lo puedo entender.
Pero me pongo en el lugar de ese niño, cómo se levantaría cada día para ir al colegio, cómo se enfrentaría a los exámenes, ¿tendría fracaso escolar?, ¿sería un niño triste?... un acoso continuado desde los 5 años no tiene síntomas de pronto cuando tiene 12 años sino que se va presentando un estilo de comportamiento que va llamando la atención.
Después de tanto tiempo y tantos abusos, es lógico que este niño no se encuentre bien y que su recuperación sea muy lenta, si es que llega a producirse del todo, porque las personas somos el resultado de nuestras experiencias pasadas.
Por otro lado, tampoco entiendo cómo esos comportamientos de acosadores y acosado no los hayan detectado los responsables del colegio, porque por supuesto pueden pasar desapercibidos en un momento determinado, pero años y años de acoso de unas personas hacia otra no es algo que se logre tapar continuadamente.
Creo que la pregunta más importante que debemos hacernos es ¿por qué ocurre esto?. Para mí, bajo mi experiencia existen dos respuestas. Por una parte, la falta de límites y de valores con la que viven los niños. En líneas generales como padres, fallamos en educar en el respeto al otro, hablamos mucho de ello, eso sí, la teoría es muy bonita, pero sólo debemos ver cómo los adultos nos hablamos y nos comportamos, ya sea en nuestra vida cotidiana o en la televisión, gran transmisora de estilos de comportamientos, en el deporte, cómo hablamos delante de los niños de nuestros compañeros, de nuestros jefes, "la jaula de grillos" que tanta audiencia da en algunos programas, los formatos que más venden...en los que más minutos te regalan de gloria cuanto menos respeto tienes hacia los demás e incluso hacia uno mismo...
Por otra parte, la falta de comunicación familiar en la que vivimos, si acaso les hacemos cada día, como yo digo, el tercer grado "¿qué has hecho?, ¿qué has comido? ¿tienes deberes?¿te ha salido bien el exámen de matemáticas?...eso no es comunicarse, eso es hacer un informe de productividad. Con las prisas, se nos pasa mirar a los ojos a nuestros interlocutores, mantener una conversación en la que a parte de preguntarte a tí, también voy a decirte yo lo que he hecho, ver si la comunicación no verbal coincide con la verbal o darnos cuenta que algo "chirría". Es simplemente estar con los cinco sentidos en el aquí y en el ahora de lo que nos están contando.
Vamos a intentar que esto no ocurra más, por favor, vamos a intentar hacer las cosas lo mejor posible, vamos a ser críticos con nuestras posturas de padres, de profesores, de compañeros, vamos a tener la humildad de aceptar que podemos hacer las cosas mejor y vamos a ponernos manos a la obra. Todo el mundo habla de hacer un mundo mejor, pero miramos al de al lado para que empiece el cambio, ese no es el camino. El cambio empieza en uno mismo. 

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